domingo, 6 de junio de 2010

Deformación tridimensional

Partiendo de esta retícula que conseguí del interior de la puerta metálica y de dimensión aproximada 75x75 cm., construyo una pieza tridimensional, con la intención de aportar más posibilidades a este estudio y como complemento a la serie de tableros reticulados en los que he estado trabajando.
Mi primera intención fue deformarla hasta que las zonas articuladas quedaran unidas, de tal manera que con cola blanca pudiera fijarlas y no apareciera ningún otro material que tuviera que servir de apoyo o tirante para poder mantenerlo.
Era fácil deformarlo, pero no tan fácil conseguir mantener la deformación, hasta el punto que pensé dejarlo por imposible y abandonar la idea. Lo hice, pero sólo durante unas horas. Como no soy persona que se rinda con facilidad y como no tenía nada que perder, volví a intentarlo. En esta ocasión lo deformé todo lo que pude y lo envolví con cinta de embalar forzando la posición todo lo posible. Le puse cola blanca en las zonas más flexionadas y lo dejé dos días para que se secara bien y cuando le quitara la cinta…ya se vería el resultado.
Por suerte, el resultado fue satisfactorio y en este reportaje fotográfico de la pieza se puede apreciar la cantidad de posibilidades que aporta. Una vez más, me resultan más interesantes las formas que se han construido en las zonas huecas que las que en sí forman la pieza con el material. Describen un recorrido que genera un desplazamiento visual que da la impresión que la pieza estuviera en movimiento.
Pienso que incluso la textura física de este material le aporta flexibilidad y tal vez semejanza con una planta marina y viva que ya existe en la naturaleza.



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